El primer martes de marzo, cuando por Covid-19 LaLiLu ya había reducido su horario de apertura pero aún no había cerrado por completo, hice el primer programa en directo de Exponiendo libros. Lo hice como proyecto de cuarentena (inocentes, pensábamos que esto iba a durar cuarenta días, o dos meses, o tres), como una manera de que la librería (y los libros) pudieran seguir manteniendo un lugar en el imaginario de las personas.
Ese día abrí el OBS (Open Broadcaster Software) por primera vez. Me costó mucho más armar la plantilla y entender cosas muy básicas de la emisión que pensar en el nombre. Por aquellos meses acababa de terminar Exponiendo infieles y pensé que sería un guiño gracioso cambiar una palabra y así quedó. Aún hoy a veces me da miedo equivocarme y decir: Bienvendes a una edición más de Exponiendo infieles… pero toda aventura tiene sus riesgos.
He leído que en este aislamiento muchas personas han podido aprender cosas o iniciaron emprendemientos que, sin esta obligada pausa, por ahí no hubieran ocurrido. Yo no aprendí a hacer masa madre pero me zambullí en el mundo del streaming y todavía me sorprendo de ver todo lo que hay ahí. No soy un señor que ve partidos de futbol mexicano: soy un señor que ve transmisiones en Twitch todo el tiempo. Me interesa todo, desde quienes juegan poker hasta los que hacen emisiones IRL (¿Sabían que hay gente que está emitiendo casi 24/7, simplemente mostrando lo que hacen en su PC, por ejemplo?). Descubrí que Sasha Grey (sí, ella) tiene un canal donde enseña a cocinar y en sus ratos libres abre videojuegos y también vi varios canales de personas jugando juegos de mesa. Tal vez desde la época de los blogs (allá por el 2001) no me había emocionado tanto con una plataforma como ahora. OBS puede usarse como herramienta para las clases en línea, se puede conectar a Zoom o Skype… ¿Se imaginan olvidarse del engorro de «Compartir pantalla» / «No suena» / «Se traba»?
En casa no hay pan recién hecho pero los streamings cada vez salen mejor. Exponiendo libros ha crecido tecnicamente y me pregunto ahora cómo hacer comunidad. Twitch es un sitio con muchas posibilidades: hay emoticons personalizados, alertas, suscripciones, regalos… hasta mini-juegos en el chat. Youtube, para emisiones en directo, está atrás, intentando mantener el paso, un poco más serio. Pero igual es divertídisimo. Es increíble, una vez más, que haya gente que decida programar y liberar un programa como OBS, que lo permite todo. Es increíble que haya chicxs adolescentes, jóvenes, cuyos seguidores son legión, se cuentan por cientos de miles, y encontraron en los streamings una forma de conectar y hacer comunidad. De nuevo, para ver este fenómeno de cerca hay que sumergirse en Twitch.
Llevo siete meses de transmisiones. Aún no sé por qué escribí esto. Por un lado estoy contento porque aprendí algo completamente nuevo en esta época incierta. Y reafirmo lo que siempre se dice: entre más uno sabe más se da cuenta de lo mucho que falta. Por otro lado, si les da curiosidad este universo los invito a que no se queden sólo con el En vivo de IG o FB: hay un mundo allá afuera y, si son creativxs, rápidamente encontrarán un lugar. Y por último, si ven que sus hijxs no sólo quieren jugar Among Us sino que ahora también están viendo a otros niñxs jugar Among Us… vean la emisión con ellos. No es distinto de ver deportes en la tele: es capaz mejor porque la comunicación es directa y la comunidad grande.