Vocablo del día: Estufa: El calefactor.
Aunque ya me conectó mucho menos a Internet que cuando vivía en Xalapa, sigue siendo una parte muy importante en mi vida cotidiana. En ese sentido, Rosario es ideal porque casi todos los cafés, bares y restaurantes tienen wifi gratuito e inclusive la posibilidad de conectar la laptop a una toma de corriente.
Sin embargo, en el hostel, que es donde ahora vivo, al menos por este mes, no tuve tanta suerte con la conexión inalámbrica. Es una casa enorme con paredes gruesas e Internet intermitente. Y lento.
En un capítulo de la serie inglesa The IT Crowd Roy, un día en que la red estaba lenta, Roy, uno de los protagonistas, comenta con hartazgo:
¿Recuerdas el Internet a esta velocidad? Despierto toda la noche y sólo podías ver ocho mujeres
Pues peor estaba yo. De haber intentado quizá sólo podría haber visto una o dos. Me movía por cada rincón del hostel buscando una buena recepción pero sólo encontraba velocidades que en 1995 podrían haberse considerado afortunadas. Pero, como dice el dicho, el que persevera alcanza y hace un rato, sin buscarlo, me senté en el sillón de la sala, al lado de la estufa y me da la impresión que encontré el lugar ideal para trabajar.