Navidad

Hasta mis diecinueve años las épocas navideñas fueron siempre normales y tradicionales. Seguiamos un itinerario con pocas variaciones y la pasabamos, en familia, bastante bien. Yo me acuerdo del pavo, las butifarras, el guacamole, la nacida y algunos regalos. La navidad del 2005 fue la primera diferente. Viaje con Sol a Canadá y por primera vez pasé la festividad lejos de casa. Fue una excelente experiencia. Diferente. El año pasado, Sol me acompañó a Comitán para integrarse a la tradición Albores-Amezcua. Fue, igualmente, distinta y agradable. A Comitán le gusta recibir visitas.

Este año parecía que ibamos a regresar a los origenes: la familia nuclear. Pero de a poco, los días que precedieron al 24 de diciembre y ese mismo día, Cris y yo notamos que también sería diferente. El árbol de Navidad fue hecho tres días antes y el nacimiento, con un tamaño más pequeño de lo acostumbrado, apenas unas horas antes de lo exigido. La búsqueda y captura de los regalos fue infructuosa pero nada estresante. Aquellos que llegaban siempre temprano, este vez se atrasaron y viceversa. La noche del 24 de diciembre parecía desembocar en un caos vaticinado, pero al final, poco a poco, las cosas se fueron acomodando. La cena resultó un éxito (ensalada incluida) los cohetes, chifladores y volcancitos la sensación.

A la entrada de la madrugada sólo quedabamos nosotros. Parecía como si un ciclo hubiese terminado.

¿Cómo será el que viene?

Un comentario

maria celorio 22 de septiembre de 2016 Contestar

Qué sucede, cómo se marca ese cambio, en qué momento la navidad cambia. El año pasado mi árbol media 25cm jajajaja. Espero este año algo diferente pase.

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